Trabajadores de Inlaca, planta Valencia, salieron a protestar una vez más a la calle para solicitar que abra la empresa, cuyas actividades están paralizadas desde hace tres años.
Los manifestantes se apostaron en las inmediaciones del centro comercial Paseo Las Industrias y expresaron su inconformidad con la situación, pues por estar suspendidos solo cobran 28 bolívares semanales y ahora la empresa no quiere pagar los 40 dólares de cesta ticket, que anunció el gobierno nacional.
Jorge Rojo, miembro del Consejo Popular de Trabajadores, fue el vocero de la protesta, hizo un llamado a funcionarios gubernamentales relacionados con la producción, para que vengan a Valencia y constaten la situación que afecta a más de 360 trabajadores, entre empleados y obreros.
Los manifestantes insistieron en que la planta debe abrir sus puertas e incorporarlos a sus puestos, ya que ellos solo quieren trabajan para llevar el sustento a sus hogares.
“El patrono cerró las puertas de la empresa y estamos en la calle esperando qué va a ser de nuestro futuro”, expresó uno de los trabajadores suspendidos.
Agregó que temen por sus prestaciones sociales, pues el de menor tiempo en la empresa, tiene 15 años y ese beneficio no se puede perder.
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