Vinícius Júnior llega a la Copa América de Estados Unidos como el mejor jugador del momento y la principal referencia para una selección brasileña que quiere recuperar en Estados Unidos el crédito que perdió en la edición pasada en la final con Argentina.
El delantero de 23 años ha puesto al Real Madrid a sus pies, con un crecimiento exponencial desde que aterrizó en la capital española hace ya seis años, pero le falta ganarse a la descorazonada afición brasileña.
La diferencia entre los números con su club y con la selección saltan a la vista.
Vinicius Júnior espera ser la mejor versión de Brasil
Esta temporada Vini Jr. ha jugado con el Real Madrid 39 partidos entre todas las competiciones, en los que ha marcado 24 goles y repartido 9 asistencias.
Ha sido crucial para que el conjunto merengue sume un nuevo título de Liga y protagonista para alcanzar el decimoquinto título de Liga de Campeones.
Con la victoria por 0-2 sobre Borussia Dortmund en la final del 1 de junio en el estadio de Wembley, el exjugador de Flamengo ganó muchas papeletas para alzarse con el Balón de Oro, galardón siempre esquivo con Neymar, la gran estrella brasileña de su generación.
Porque Vinicius ha sido más determinante este año que Kylian Mbappé en el París Saint-Germain y Erling Haaland con el Manchester City, al menos en Europa.
La gran asignatura pendiente es la Canarinha, pues pocas veces ha exhibido el miso nivel mostrado en el Santiago Bernabéu.
Con el combinado nacional acumula 39 partidos y 24 goles desde su debut el 10 de septiembre de 2019.
Con 17 años, Endrick, delantero de Palmeiras y futuro compañero de Vinícius en Real Madrid, ha marcado tres goles en seis partidos con la absoluta, en la que debutó el 16 de noviembre de 2023.
Vinicius, el máximo referente de Brasil
El extremo de São Gonçalo pasó de puntillas por el Mundial de Catar 2022, en el que Brasil volvió a decepcionar al caer en la tanda de penaltis contra Croacia en cuartos de final.
Poco pudo hacer por Brasil en la Copa América de 2021, que perdieron por 0-1 ante Argentina en la final. En esa edición ni marcó, ni dio asistencias.
Eran los tiempos de la selección de Tite, que nunca terminó de sacar provecho del extremo, y del Madrid de Zinédine Zidane, quien tampoco supo darle toda la confianza. Eran los tiempos en los que Vini era criticado por las ocasiones de gol que fallaba.
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